jueves, 30 de junio de 2011

Cuento a Dos Manos

Esa noche saldría sin sombrilla y sin sombrero. ¿A dónde vas así? le preguntó su esposa desde la cocina. Carraspeó. A otra vida, respondió.


Ella corrió tras él llorando, llevaba una fotografía entre sus manos. Lo alcanzó a media calle. La lluvia caía a cántaros.


Él quiso extraer un cigarro y ella deseó una bocanada de aire del pasado que ya se iba entre las gotas hacia la alcantarilla.


A lo lejos, un organillero tocaba una nostálgica melodía. La reconocieron como propia... Ella desesperaba en agonía.


El organillero se detuvo. La niña rubia, el señor de chaqueta gris y la pareja voltearon a verlo como si hubiera parado al mundo. 


En ese instante el cielo se rompió en dos con un rayo que lo atravesó, y sólo se escuchó el eco de un lamento.


¿Qué hicieron? - gritó la niña, hija del organillero. Una mujer de cara lánguida quiso responder algo pero no supo qué decir.


El señor de la chaqueta gris intentó cubrir los ojos de la niña con sus manos. Ella se lo impidió, al tiempo que le susurró un secreto.


Acabo de ver cómo terminará todo esto - dijo la niña al oído del señor de la chaqueta gris. Él dio un paso hacia atrás.


Las nubes se colorearon de rojo y una luz intensa los envolvió. En el suelo sólo quedo la fotografía del amor que los unió. 




1 comentario:

  1. Genial, una historia a dos corazones. La disfruté mucho. Felicidades

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