sábado, 18 de diciembre de 2010

La “ignición de Dios”

Evan regresaba antes del amanecer, 4:02 am, una vez su padre le contó que a esa hora cuando todo parecía más negro, cuando la noche se veía más obscura en la bóveda celeste, también era el momento en que muy pronto amanecería.

Pero Evan, ahora solo veía su reflejo contra el cristal térmico, desde el interior del transportador...







En agradecimiento a la Sociedad de Microcuentistas y a Rubrikka, por invitarme a participar y colaborar con el esfuerzo, comparto en este blog este cuento que escribí y dejo la invitación para todos los que gustan de este género a mandar sus trabajos para que sean publicados.

Un infinito abrazo.


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